El salóncillo de la fama

Estaba recién navegando y me enteré que Metallica acaba de ser nominado al Rock and Roll Hall of Fame 2009, junto a Jeff Beck y The Stooges. El resto de la nómina la completa Run DMC, Chic, Wanda Jackson, War, Little Anthony, The Imperials y Bobby Womack.

Ahora por lógica de todos los nombrados y verdaderamente rockeros son Metallica, por lo que debería ganar. Fuera más allá de las críticas que se le han hecho a lo largo de sus más de 20 años de carrera es innegable el aporte a la historia del rock pesado a través de las generaciones.
Ahora, mi duda es, que en el caso de que ganara Heitfield y compañía, ¿Qué tanta válidez tendrá este reconocimiento en una premiación que cada vez menos mérito tiene?




Y es que bandas legendarias como Deep Purple, Kiss, Aerosmith, por nombrar algunas ni siquiera se les han mencionado y otros con la mitad de los años e importancia tales como los californianos de Red Hot Chili Peepers ya están enmarcados como “inmortales” (sin desmerecer su trayectoria por supuesto).

Vemos todos los años distintas premiaciones como los Grammys, VMA, etc, donde salen las “revelaciones del 2007, 2006, bla bla bla…”. Mi pregunta de rigor es la mayoría de estos bañados en challas y aplausos vólatiles ¿Dónde están?

Si la fama significa que todos te vean al tope de la punta de un vaso de cerveza como la espumosa que todos quieren sorbetear, que se sabe que no durará ni la mitad de éste, entonces prefiero que Metallica no entre en el salón de la fama y sólo sea reconocido por mí, por tí y por todos los fanáticos del rock de corazón.